
03 Jul #YoSoyNormal
«Los cánones de belleza presionan mucho más a las mujeres que a los hombres.»
Las mujeres hemos de ser altas, delgadas, guapas y rubias, hemos de ser «la hostia» cuando la realidad y la inmensa mayoría de mujeres somos normales. ¿Porqué querer ser una niña si ya soy una mujer? ¿Porqué querer llevar una 36 si yo siempre he llevado una 38 y desde que fui madre llevo una 40?
A las mujeres se nos juzga mucho más por nuestro aspecto físico que a los hombres. Si no tienes un buen físico siempre empiezas desde mucho más abajo y eso no es justo en absoluto.
Basta con echar un ojo a cualquier canal de televisión. Pon los informativos, ¿quién los presenta? Seguramente sea un hombre normal y corriente, puede que hasta calvo, con canas, posiblemente ni si quiera sea alto. ¿Y ellas como son? Pues por lo general hablamos de chicas jóvenes que rondan la treintena, que están perfectamente proporcionadas en un 90-60-90, con sus labios carnosos, su maquillaje perfecto, etc.
«¿Empiezas a entender por dónde voy?»
Algo tan sencillo como una boda nos lo recuerda la presión social a la que está sometida la mujer al sentir un dolor indescriptible en los pies y sólo son las 23’oo h de la noche. A medida que va avanzando la fiesta y a cada paso que damos nos sentimos morir montadas en esos tacones que nos hacen sentir como miles de punzones se nos clavan en la terminación más baja del cuerpo, aquella en la que apoyamos todos y cada uno de los kilos que pesamos y todo porque queremos estar a la altura.
«¿Quién no ha maldecido los zapatos de tacón alguna vez?»
La mujer, ese ser lleno de fuerza y poder, sí, sí, pero la peor parada en este aspecto. A veces no logro comprender como nosotras mismas nos sometemos a tal tortura, porque sí, señoras y señores lectores, los zapatos de tacón son una auténtica tortura china capaz de deformar el pie y sus huesos, llegando incluso a tener que operarnos por ello… ¿Se nos va la olla?
Y esta es mi reflexión de la semana, ¿porqué la mujer se siente mucho más presionada que el hombre en este aspecto? Y me diréis… no no, los hombres también… «ni hablar» la mujer recibe una presión multiplicadísima a la que sufre el sexo masculino.
Sometidas a maquillaje, pelo, planchas, depilación, Botox, acido hialurónico o como carajo se escriba… ¡venga hombre! Es que un hombre desaliñado es atractivo, guay y uhhhh como molo mientras una mujer desaliñada es ¿qué?
photoshop= engañabobos
Tristemente el ambiente que se respira es el de una sociedad, hombres y «mujeres» que demuestra ser, día a día, muy pero que muy machista. Tanto es así que muchas veces no nos damos ni cuenta, pero «Stop», paremos a pensar un momento…
«¿Podremos llegar a cambiar esto algún día?»
Horrorizada pues en menos de una semana se ha juzgado a dos mujeres por su aspecto físico estando en su peso «justo» y lo mejor de todo… sanas. Porqué hablamos de una cuestión de salud ¿verdad? ¿Desde cuando tener celulitis es insano o poco normal? Debería estar prohibido hacer esta clase de comentarios en las revistas, los blogs o lo que sea, y debería ser penado por la ley.
La mujer ser ha convertido en un ser totalmente acomplejado, un ser infeliz a unos niveles que son ridículos… ¿Realmente hay que estar amargada por pesar 5, 6, 7 o 10 kilos de más? Vamos a ver, ¡qué no nos estamos yendo al extremo!
«Estamos hablando de felicidad, salud, bienestar… no de deportistas de élite, modelos o de lo que sea».
Chicas, por favor, hagamos clic y vivamos para ser mujeres normales, mujeres que si no tienen una 38 puedan seguir sonriendo y mujeres que no se tengan que acomplejar por tener celulitis o un abdomen flácido porque son madres de 3 hijos o porque están sentadas 8 horas al día trabajando.
¡Basta ya! Viva la normalidad. Hablemos de estar bien, de estar sanas, saludables y dejemos de querer ser perfectas, porque nos gusta la normalidad y lo que realmente es necesario es estar sanas. ¡Yo no quiero estar esquelética!
«Estar esquelética ¡No- me – gus- ta!»
¿Si no tengo el físico que la sociedad me impone voy a dejar de ser feliz? Yo digo BASTA, ayudemos todas juntas que dejemos de vivir en una sociedad condicionada a ser perfecta. Dejemos de sentirnos presionadas por esta imposición social.
Dejemos, como mujeres, que libremente cada una de nosotras decidas cómo quiere estar… ¿Qué más da si hemos pillado peso?
Está comprobado que una mujer pierde posibilidades profesionales si no es guapa o si deja de ser joven llegando a dejar de importar, en multitud de casos, que esté más cualificada que otras y aún mereciendo mucho más recibir un puesto laboral.
De hecho os haré una reflexión…
¿Tenemos que matarnos de hambre para poder tener una 36 de verdad y así sonreír?
Yo paso… ¡Viva el catacrack que hace el MAGNUM (helado) cuando lo muerdo, viva las patatas y la Coca Cola en verano. Viva estar sanas y sonreír haciendo ejercicio pero comiendo y sin obsesionarnos… y a la/el anormal que no le guste QUE NO MIRE.
Y lo mejor de lo mejor, ¡viva el cuerpazo de la Suárez!